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¿Entrenamos la memoria?

Métodos y técnicas de memorización


“Tengo mala memoria”, “Me quedo en blanco cuando interpreto de memoria”, “No recuerdo fechas importantes”, “Estudio algo y al día siguiente ya no lo recuerdo”... Seguramente has dicho alguna de estas frases más de una vez.


La memoria se define como “la retención en el tiempo de información aprendida”. Esta retención depende de representaciones internas, así como de la capacidad para reactivar y hacer presentes dichas representaciones. 


¿Se puede entrenar la memoria?

Estamos de suerte. Existen numerosas técnicas para entrenar la memoria, pero se trata de eso, un entrenamiento, por lo que debemos de conocer y entrenar las técnicas de forma continuada para automatizar el proceso.


Aquí te muestro algunas técnicas básicas:


  • Repetición del material: Casi todas las formas de aprendizaje requieren de una forma u otra la repetición del material a recodar. Es conveniente realizar la lectura por fragmentos y proceder después a su repetición. Se comenzará con un fragmento corto y se irá ampliando el contenido y el tiempo entre repeticiones. La repetición es una estrategia que favorece el registro y la retención de la información, sin embargo, no siempre garantiza la codificación y la retención a largo plazo en la memoria.

  • Análisis de la partitura/coreografía/texto: dividir el material en secciones claras y dotarle de una estructura facilita el aprendizaje. Realizar un análisis de cada sección promueve el aprendizaje significativo. 

  • Fíjate en lo que sientes: Analizar las secuencias motoras, las sensaciones físicas, los detalles visuales, etc. nos ayuda a retener a largo plazo la información. Para memorizar, todos los sentidos cuentan, y cuantos más sentidos entren en juego, más fácilmente podremos recordar. Para los instrumentistas se recomienda también ejecutar fragmentos sin el instrumento, siguiendo la ejecución de los pasajes solo con las manos.

  • Transcripción: escribir fragmentos ya memorizados asienta en la memoria el contenido. Debemos ser capaces de escribir el texto, la partitura o la secuencia coreográfica para asegurarnos de que se ha producido una correcta memorización. 

  • Visualización: imagina la obra o el texto a interpretar, tratando de recrear las sensaciones físicas, el contacto con el instrumento, los movimientos...

  • Vinculación: imagina una historia ligada a la obra que interpretas. En el caso de músicos y bailarines, crear una historia con principio, nudo y desenlace ayuda a memorizar mejor la música o la coreografía. Cuanto más surrealista y estrambótica sea la historia, más eficaz será la memorización. En el caso de la memorización de guiones, añadir imágenes mentales a nuestra historia mejorará la retención de la información.

  • Grabación: grábate interpretando la pieza o texto a memorizar y escúchalo siempre que puedas. Puedes aprovechar actividades como hacer deporte, ducharte, ir en el coche... para escuchar la grabación. Se trata de una memorización pasiva que afianza el trabajo realizado con otras técnicas.  

 

TÉCNICAS MNEMOTÉCNICAS:


EL “MÉTODO LOCI”


El “método loci” se utiliza desde la antigüedad para potenciar la memoria, su origen se remonta a la Grecia clásica. 

“Cuenta la historia que Simónides de Ceos fue invitado por un noble de Tesalia llamado Scopas a un banquete importante para recitar sus poemas. Mientras todos los invitados estaban sentados en la mesa, se puso de pie y recitó su poema de memoria, dejando a todos los comensales muy satisfechos. Cuando acabó, se marchó. Tan pronto se fue, el salón del banquete se derrumbó, matando a todos los que quedaban dentro. Los cadáveres quedaron irreconocibles. Nadie podía decir quién estaba allí. Nadie podía recordar dónde estaban sentados los invitados y así no podían enterrarse los cuerpos.

Simónides, único superviviente, en medio de los escombros, cerró los ojos y se dio cuenta de que con los ojos de su mente podía ver y recordar dónde estaba sentado cada uno de los invitados. Así que tomó a los familiares de la mano, llevándolos allí donde estaban sus seres queridos entre los escombros.”

Lo que Simónides descubrió en ese momento es que, sin importar si somos buenos o no en recordar números de teléfono, fechas o nombres, todos tenemos una memoria visual y espacial excepcional. El “método loci” se basa en ella, creando un palacio de memoria con los ojos de la mente. Así, la memorización se produce de forma más efectiva ubicando los elementos a recordar en diferentes lugares o contextos espaciales.

Se trata de imaginar de la forma más vívida posible un lugar que conozcas muy bien (tu casa, el camino al trabajo...). A ese lugar lo llamaremos “el palacio de la memoria”. Al asociar el material a recordar con objetos, lugares, imágenes, sonidos, etc., será sencillo recordar la información de forma ordenada con un simple recorrido mental.



  1. Elige tu palacio: Tu palacio es el lugar donde colocarás la información, por lo que debe ser un lugar amplio y que conozcas en detalle.

  2. Diseña tu recorrido: comienza tu ruta siempre en el mismo lugar. Memoriza detalles, olores, objetos, que te resulten sencillos de recordar.

  3. Divide las estancias, habitaciones y lugares de tu palacio. Imagina que son cajones en los que irás guardando la información.

  4. Divide el material a recordar y ubica cada fragmento a lo largo del recorrido por tu palacio. Comienza siempre por el mismo lugar.

  5. Recorre tu palacio tantas veces como sea necesario. Cuando te sitúes en una parte de tu recorrido, verás que es más sencillo recordar la información que guardaste.


“Propia del orador es la memoria de las cosas, y esta se puede notar a través de algunas máscaras bien puestas, de modo tal que se pueda aferrar los pensamientos por medio de las imágenes y el orden por medio de lugares (loci).”                       

    Marco Tulio Cicerón





 

y PARA LOS MÁS ATREVIDOS...LA CONVERSIÓN FONÉTICA

Este sistema, divulgado por el filósofo y matemático Gottfried Leibniz, consiste en asociar un número con una o varias consonantes. Se trata de buscar palabras que contengan las consonantes que representa cada número. Las vocales no se codifican, así que podemos usar todas las que queramos.


Esta es la única información que debemos memorizar. A partir de aquí, el sistema es sencillo. Cualquier número podremos convertirlo en palabra, y en una imagen concreta. Así, dejará de ser una información abstracta y difícil de memorizar.


Ejemplo: la palabra PUERTA está compuesta por los números 941 (P=9; R=4; T=1).

Se trata de un método muy útil para la memorización de fechas, leyes, códigos numéricos largos...


Ahora, ¡puedes empezar a practicar!

Encuentra 4 palabras para cada número. Puedes utilizar todas las vocales que quieras.

Ejemplo: 95: BOLO, PALO, ABUELO, POLLO

842:

015:

701:

5394:


¡PACIENCIA Y A PRACTICAR!


¿Y tú, qué técnicas utilizas para memorizar? ¡Deja un comentario!


Ballesteros, S. (2010). Psicología de la memoria. Ed. Universitas

Trombetta, F. (2019). Master Mind, Técnicas para revolucionar el estudio y el aprendizaje. Ed. Desclée.



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